Teamviewer: SOS online

  El artículo que traigo hoy será la ruina de algunos, entre los que me incluyo, y el regocijo absoluto de otros. He probado muchas aplicaciones con funciones similares a la que voy a analizar hoy, pero ninguna con la sencillez y usabilidad de TEAMVIEWER. Recuerdo el primer Radmin, en plenos años 90, uno de los pioneros en software nivel usuario para control remoto, corriendo sobre Windows 98. También he usado servicios más profesionales  recientemente, como NTR Support, un sistema de asistencia a clientes muy completo, pero que necesita de una gran cantidad de tráfico para poder amortizar su precio.

 En fin, os hablaré hoy del Teamviewer, concretamente de la versión para uso no comercial, que es gratuita. El análisis lo podemos efectuar desde dos puntos de vista que expongo a continuación:

- Si tú tienes ciertos conocimientos de ordenadores, automáticamente te convertirás en tu círculo familiar y de amigos en "EL INFORMÁTICO". Esto es así, y es inevitable. A veces te ganas la vida con ello pero generalmente y en la mayoría de los casos no. Si éste es tu caso, te contaré que este programa te evitará desplazamientos, pero como se corra la voz que tienes un sistema "fácil" para arreglar problemas informáticos remotamente, prepárate.

- Si tu manera de referirte en general a los ordenadores y demás aparataje electrónico es parecida a "máquinas del infierno","mierda de cacharro" o similares...¡CORRE!, busca a tu amigo "INFORMÁTICO" más cercano y dile que tienes la solución para que te arregle el ordenador todas las veces que haga falta, sin esfuerzo ninguno y cómodamente desde su casa. Que no piense que no te preocupas por su bienestar.

Pero bueno, bromas aparte. El programa tiene dos partes diferenciadas, la primera, la de acceso remoto que vamos a explicar a continuación, y la segunda, que cubre las características de reunión y videoconferencia, que analizaremos en otra ocasión.

 La instalación es sencilla, descargamos el ejecutable y basta con que dejemos las opciones que vienen marcadas por defecto para que quede plenamente funcional. El programa, a diferencia de otros no diferencia entre servidor y cliente. De esta manera, basta con instalar en ambos extremos de la conexión la misma aplicación.

Llegado el momento de la conexión, es sencillo. El cliente tiene que facilitarle a la persona que va a conectarse su número ID y la contraseña. Éste lo introduce en el campo destinado a ello y la conexión está lista. A partir de este momento, y una vez conectados al equipo con problemas, tendremos un menú en la parte de arriba de la ventana, desde donde, por ejemplo, podremos enviar una orden de reinicio remoto, o un reinicio en modo seguro, tras el que la conexión se restablecerá automáticamente. Podemos elegir la pantalla que queremos ver, en caso de que el cliente tenga varias.

  Una opción muy útil es la de transferencia de archivos, mediante la cual, como si de un servidor FTP se tratase, podemos trasvasar información en ambos sentidos de la conexión para, por ejemplo, hacer una copia de seguridad. En la esquina inferior derecha tenemos otro desplegable, con opciones de chat y video con el que podremos establecer comunicación para dar instrucciones a la persona que está al otro lado.


  Aparte de las acciones de buen samaritano, Teamviewer puede usarse también para acceder a nuestro propio PC en remoto. Le asignamos al mismo una contraseña de acceso y podremos acceder a nuestro escritorio remotamente desde cualquier otro dispositivo. Esto incluye también tablets y smartphones, ya que existe gratuitamente la opción de descarga del programa tanto en Google Play como en AppStore.

Como conclusión, una herramienta más que interesante, tanto para usuario doméstico, como a nivel profesional. Para este último uso, además tiene unos precios a mi parecer razonables, y puede ser una solución perfecta para el manejo de los puestos y servidores de cualquier pyme.

Muy recomendable.

Escrito por Manuel Soutiño