miércoles, 30 de enero de 2013

Perdiendo los papeles

Autónomos, instaladores y nuevas tecnologías

Bien entrado el Siglo XXI ¿Cómo puede ser que un autónomo tenga que venir a casa dos veces - o tres- a hacer una medición?. ¿Es tonto, lento o novato? No es que tenga mala memoria, es que se pasa la vida perdiendo los papeles. Ya saben: saca el boli, anota en cualquier papel. lo guarda en cualquier bolsillo y cuando lo necesita no aparece. Sí, eso le puede pasar a cualquiera. Tengo perdido en ocasiones la lista de la compra o las medidas de un hueco para una estanteria. Pero no son asuntos de trabajo, no me juego las lentejas con ello. 


Que un autónomo tenga que venir a medir lo mismo más de una vez es una verguenza y lo que tiene más delito es que luce un smartphone de última generación. Lo extrae del bolsillo en cuanto lo llaman dándose importancia, aunque por lo que veo no le saca ningún partido.

Multitud de herramientas, gratuitas por cierto, a las que no recurre. Quizás por desconocimiento. Aunque bien que farda de su móvil que te rilas por la pata. Llegado este punto de mi diatriba contra el trabajo mal hecho quiero dejar constancia que los móviles disponen de una aplicación para tomar notas desde hace más de cinco años. Como poco. Hoy en día incluso puedes anotarlo en tu móvil y tenerlo en tu pc o portátil instantáneamente. Consultándolo al llegar a casa en la aplicación que prefieras. Ejemplos: via email, Evernote, Pulse.me, Google Tasks o Trello, por citar algunas. Hay infinidad de ellas, están disponibles para todos los sistemas opertativos. No hay excusa.

Lo peor es que digo autónomo -no todos por supuesto, si algunos en concreto de ciertos sectores- pero ni siquiera los instaladores o montadores de medianas -o grandes- empresas cuentan con los medios a los que hago referencia. Mejor hacer las cosas como siempre aunque sea claramente ineficiente. Y luego pasa lo que pasa: hojas de papel perdidas con medidas, donde dije digo digo Diego, “hay que cobrarte más que tuve que venir seis veces” y los cabreos y mala leche posteriores.

Mucha norma ISO para ganar reputación, mucho ERE para “abaratar costes”, pero nadie se ha molestado en implantar/utilizar procesos que simplifiquen las cosas. Eliminando tiempos para el cliente y ayudando a las empresas a ser más eficientes.

No digáis que estoy desaforado y que me paso. Tres veces, tres, vino el tipo a tomar las medidas para el portal de casa. Lo apuntó las tres veces que lo vi con mis ojitos. No exagero. Para rematar la historia cuando por fin llega el portal estaba lacado en negro en vez de en marrón. Cosas que pasan por no apuntar las cosas en el smartphone, que para eso es un teléfono inteligente. En ocasiones más que su propietario.

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