Después de casi 600 años de la renuncia del último Papa, Benedicto XVI se convierte en el quinto Sumo Pontífice en tomar ésta decisión. Decisión que creo le honra. En estos momentos en que los políticos se aferran al cargo, reconocer su "incapacidad para ejercer el ministerio encomendado" es un lección ética que no debería dejar indiferente a nadie.
El Papa está cansado. No quiere convertirse en un segundo Wojtila, que pasó sus últimos años lastrados por su estado de salud. Sinceramente, no creo que ésa sea la razón. Creo que el brazo largo de la Congregación Apostólica para la Defensa a Ultranza de la Estética Pura del Portal de Belén (CADUPPB) ha tenido que ver en ésto. No le perdonan a Benedicto lo de la mula y el buey. La Asociación de Pastorcillos Seguidores de Estrellas (APSE) tampoco. Y en un territorio como el Vaticano, tener enemigos tan poderosos es cavar tu propia tumba.
Hablando de tumbas, y sin desear mal a nadie, a mí ésto de un cónclave sin un Papa recién enterrado, como que no es lo mismo. Eso de imaginarme al Camarlengo pegándole en la frente con un pequeño martillo de plata mientras le pregunta tres veces si está muerto tiene su encanto. Uno, que es un romántico. Lo de la fumata blanca está bien, pero no tiene el morbo de ver si el Camarlengo se deja llevar por sus rencores acumulados. Yo propondría que hiciesen el ritual del martillo igualmente. Para una vez que el Papa puede responder...
En fin, que se avecina cónclave. Festa rachada, que dicen en mi tierra. Ahora empezarán con Nostradamus y otras profecías varias. A ver si al final la cierta va a ser la de éste vídeo:
En fin, hasta la vista Benedicto, hola de nuevoJoseph. Escrito por
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