Les explico a qué viene ésto. Parece ser que Amazon ha patentado en EEUU un sistema que permitirá a los usuarios vender ebooks usados. Y ésto, según las leyes de copyright norteamericanas vulneraría la "doctrina de la primera venta" (first sale doctrine). Según ésta, el los derechos de autor sobre una obra material, expiran a partir de la venta de la misma. Así, alguien que compra un libro, por ejemplo, puede hacer con él lo que le venga en gana, alquilarlo, prestarlo o venderlo, sin que el autor pueda impedírselo ni recibir un duro por ello.
¿Donde está el truco? La doctrina de la primera venta sólo se refiere a objetos materiales, un libro, un DVD... El resto se consideran contenidos, y no se permite ninguna transacción con ellos. De hecho, cuando pagamos por ellos no estamos comprándolos, según la ley estadounidense, sino formalizando un contrato de alquiler vitalicio. Éste factor nos impediría en la práctica, modificar, subarrendar o vender el contenido en cuestión.
Parece ser que Amazon está muy pendiente de la batalla judicial que Redigi, una tienda donde venden música "de segunda mano", mantiene con la productora EMI. Si la justicia falla a favor de Redigi, Amazon tendrá todo listo para poner en marcha su sistema.
Con éste método, el usuario compraría un ebook, lo leería, y lo pondría a la venta como "usado" en el Kindle Store. Este ebook "usado" se vendería a un precio inferior que el nuevo, y Amazon se llevaría una pequeña comisión. El archivo se eliminaría de la cuenta del vendedor para aparecer en la del comprador. Pero el negocio para Amazon no estaría ahí ni mucho menos. Si en tu tienda puedes vender ebooks usados por debajo del precio de mercado, automáticamente le darías una puñalada al corazón de la competencia, iTunes, por ejemplo, ya que inclinarías a los usuarios a comprar el único hardware (Kindle) que permite comprar ebooks a bajo coste.
¿Donde está el truco? La doctrina de la primera venta sólo se refiere a objetos materiales, un libro, un DVD... El resto se consideran contenidos, y no se permite ninguna transacción con ellos. De hecho, cuando pagamos por ellos no estamos comprándolos, según la ley estadounidense, sino formalizando un contrato de alquiler vitalicio. Éste factor nos impediría en la práctica, modificar, subarrendar o vender el contenido en cuestión.
Parece ser que Amazon está muy pendiente de la batalla judicial que Redigi, una tienda donde venden música "de segunda mano", mantiene con la productora EMI. Si la justicia falla a favor de Redigi, Amazon tendrá todo listo para poner en marcha su sistema.
Con éste método, el usuario compraría un ebook, lo leería, y lo pondría a la venta como "usado" en el Kindle Store. Este ebook "usado" se vendería a un precio inferior que el nuevo, y Amazon se llevaría una pequeña comisión. El archivo se eliminaría de la cuenta del vendedor para aparecer en la del comprador. Pero el negocio para Amazon no estaría ahí ni mucho menos. Si en tu tienda puedes vender ebooks usados por debajo del precio de mercado, automáticamente le darías una puñalada al corazón de la competencia, iTunes, por ejemplo, ya que inclinarías a los usuarios a comprar el único hardware (Kindle) que permite comprar ebooks a bajo coste.
En fin, que se avecina tormenta legal al otro lado del charco. Los autores se echarán las manos a la cabeza, ya que por los libros de segunda mano no cobrarían derechos, y los lectores se frotarán las mismas por una posible reducción en el precio. ¿ No sería más sencillo poner unos precios mas asequibles para los ebooks, dado su escaso coste de producción en cadena, y que los autores cobrasen por cada una de las copias vendidas? Una vez maquetado el ebook, que desde luego tiene un coste, los gastos son ínfimos y la amortización de un buen contenido sería relativamente rápida.
En definitiva, considero que es un paso más para el cambio que se ha de producir en la venta de contenidos digitales a través de Internet. Y volviendo al VHS, ¿ comprarían una cinta de cuarta o quinta mano?, ¿y de décima? Allá ustedes. Yo vivo encantado en la era digital, sin avisos legales a la hora de empezar a leer un ebook.
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