jueves, 14 de junio de 2012

¿Hiedra o Arena? ¿Qué Intel compro?

Dificil elección. Los ordenadores más asequibles han experimentado una vuelta atrás -menos procesador, mismo precio- debida a la subida de los discos duros. Cuando hace un año podías comprarte un i3 por menos de 400 euros, ahora mismo es imposible. En ese rango de precios o AMD o Dual core. Que no son malas opciones por cierto.

Y para complicar más las cosas los i3, i5 e i7 además de los números de modelo ahora pueden ser Sandy Bridge o Ivy Bridge.De arena o hiedra. ¿En que se diferencian? Vamos a intentar arrojar algo de luz sobre estos cambios. La principal diferencia entre estos procesadores de segunda (Sandy) y tercera (Ivy) generación es su arquitectura. En el caso de los Sandy, es de 32 nanómetros, y en el del los Ivy es de 22. Pero, ¿qué significa realmente esto? Pues simplemente que implementan mejoras en la fabricación que les permiten añadir más transistores en la misma superficie. Esto se traduce en una mayor versatilidad del procesador, ampliando la caché o el rendimiento gráfico. También permite que los transistores necesiten menos voltaje para funcionar, de manera que se calientan menos.


Por supuesto,  hay más diferencias entre ellos, ¿cuales son?

  • Ivy Bridge soporta tecnologías más modernas, como por ejemplo PCI express 3.0  y DDR3L (bajo voltaje)
  • La tercera generación es un poco más rapida que su predecesora en torno a un 15%, principalmente debido a lo que explicábamos previamente de la caché. Una mayor caché nos permite que el procesador pueda realizar más operaciones por segundo incluso aunque tenga la misma frecuencia (velocidad) que otro con una memoria caché menor.
  • Ivy Bridge es más eficiente energeticamente. La diferencia es clara el consumo de energía es mucho menor en los procesadores de tercera generación.
  • Mejores gráficos. Con gráficas integradas en placa los procesadores de tercera generación ofrecen soporte para DirectX11. Aunque no hacen milagros. No pretendas jugar a juegos de última hornada con grandes requerimientos gráficos con una tarjeta integrada en placa. No llegan a la altura por ahora de las clásicas tarjetas gráficas de memoria dedicada.
  • Conviene recordar que la Sandy Bridge es una arquitectura nueva, mientras que la Ivy es una evolución de la primera. No debemos comparar los rendimientos con los de  la primera generación, que se basaba en una arquitectura de 45 nanómetros
  • Ambas tecnologías son compatibles. Los procesadores SandyBridge trabajarán sin problemas en placas base Ivy BRidge y viceversa. Aunque antes de cambiar nada, siempre es recomendable consultar con el fabricante de la placa las compatibilidades posibles. Por si las moscas.

El factor decisivo es el precio. Durante el tiempo de convivencia de ambas tecnologías las exigencias de rendimiento así como la diferencia de precio entre uno y otro será un factor a tener muy en cuenta a la hora de escoger.

Por cierto. Un último consejo para aquellos que quieren un ordenador para usar internet, manejar las fotos de la cámara, usar un procesador de textos y ver películas. Que no les engañe ningún vendedor sin escrúpulos: el más barato cumple de sobra esas funciones. Repito: el más barato. Sea AMD, Dual Core, Intel, Via, ARM o lo que sea. Infórmense por supuesto de que opciones tienen por el dinero que quieren gastar, pero no sean tan tontos de gastar más por cosas que nunca van a usar. Por poner un ejemplo, hace unos años, unos amigos míos se compraron un ordenador 200 euros más caro del que les recomendé porque, atención, traía conexión eSata, hdmi, y pantalla ultrabrillante; las conexiones por supuesto que nunca, pero nunca nunca, las han usado y en aquel momento eran algo novedoso y encarecían bastante el producto.


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