jueves, 26 de enero de 2012

Megaupload cierra pero no cambia nada


El cierre de Megaupload por parte del FBI, visto con la perspectiva de los días, ha dejado claras dos cosas: No hay que inventarse nuevas leyes (SINDE-WERT o SOPA) que vulneran derechos fundamentales para poder tomar acciones legales contra páginas de cuestionable legalidad, y por otro lado que cierres las páginas que cierres no se pueden poner puertas al campo.

Kim "DotCom" propietario de Megaupload.

El cierre de Megaupload ha llevado a otras páginas que se dedican a lo mismo (fileserve, rapidshare, hotfile...) a tomar medidas de lo más variada. O cerrar la opción de compartir, o cerrar directamente, o eliminar contenidos publicados sin permiso del propietario de los derechos, o publicar “comunicados de la empresa “ para dar explicaciones. Sin embargo ni esto ha llenado los cines, ni se ha hecho más caja en la sección de videos de las grandes superficies.

Cierran una página y otras dos se abren, o la gente migra/vuelve al P2P u otros métodos de compartición.  No es que la gente tenga ganas o saque algún beneficio de “piratear”. Pero mientras no haya una oferta de acceso a contenidos sencilla y no muy cara, por parte de la industria o con el visto bueno de esta, de algún lado tendré que sacar mi película o serie favorita si me apetece verla del modo que yo quiera. Por ejemplo: en casa con unos amigos sin esperar los 8 o 9 meses a su salida en DVD o BluRay.

Si algo tendría que haber aprendido la industria hace 12 años con el cierre de Napster es que no valió de nada. Lo peor de todo es que pasados estos doce años y a pesar de que Itunes demostró que se puede vender música legalmente a través de internet y obtener beneficios, no ha surgido casi ninguna otra alternativa en lo audiovisual. Y las que han surgido han sido ahogadas por derechos de autor y acuerdos leoninos con las productoras ¿Y la culpa la tienen los usuarios?


Depende a quien le preguntes. Algunos escritores y cantantes es lo que defienden: que todos somos unos deleznables piratas. Sin embargo otros escritores y artistas no están de acuerdo en absoluto y defienden un cambio de negocio; y aprovechan la potente herramienta que es la red para un acercamiento entre ellos y sus seguidores.  Algunos prohombres de la industria dicen que tenemos que seguir yendo al cine a pesar de tener una televisión de 40” en casa con sonido 7.1 –conozco cines peor equipados- y pagar una cantidad elevada por la entrada para apoyar al cine patrio que vive de las subvenciones a granel.

No importa las veces que se repita ni quien lo haga.  Esas no son las maneras. Las páginas ilegales y las mafias que ganan dinero con el trabajo ajeno deben ser perseguidas con todas las herramientas legales al alcance de las fuerzas de seguridad. Porque es trabajo de los jueces y las fuerzas de seguridad, no de las sociedades gerentes de los derechos de autor ni de los artistas, perseguir y juzgar los delitos con todas las garantías legales que sean oportunas

Pero de poco valdrá esta persecución sino se cambia el modelo de negocio, y cuanto antes. Hay ejemplos sobrados de que los libros en formato electrónico a un precio ajustado se venden, y mucho. O escritores que empezaron escribiendo en un blog y llegaron a publicar no uno, sino tres libros, e incluso hay rumores de una película, ¿o trilogía?. O cantantes que regalan su disco porque saben que la gente irá a sus conciertos.  Podría pasarme la mañana entera poniendo ejemplos similares a estos, pero hasta que no calen en la industria y dejen de pensar que una descarga es una venta perdida o que bajar los precios es perder dinero o que internet es un medio de piratas y corsarios, todo seguirá igual. Quizá deberían empezar a ver la red como una magnífica herramienta de comunicación, de promoción y de venta de sus productos con unas simples premisas: 

Hazlo fácil, rápido y barato.

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