jueves, 2 de abril de 2020

Caras lejanas. Aplicaciones para videoconferencia


¿Quién me ha robado el mes de Abril? Cantaba un Sabina agorero por primera vez allá por el 88. Hoy, más de 30 años después, millones de españoles nos hacemos la misma pregunta. La canción que me inspira hoy, es otra del mismo autor, fue compuesta por encargo para una película de Alfredo Landa llamada Sinatra. En ella, Sabina hace un cameo caracterizado como Groucho Marx. El fotograma que ilustra este artículo corresponde a ese momento de Comienza la Función

Ese primer plano irreconocible del de Úbeda se asemeja mucho a los encuadres que vemos hoy a diario en nuestros dispositivos al realizar una videollamada. Esta forma de comunicación se ha hecho imprescindible en estos tiempos para mantener el contacto con nuestros seres queridos, trabajar desde casa o simplemente hacer una reunión entre amigos acompañados de una caña. Que no se pierdan las costumbres.

A la hora de elegir aplicaciones para una videoconferencia existen múltiples opciones. Si antes de comenzar la crisis del coronavirus, le preguntásemos a cualquier usuario sobre qué programas ofrecían esta disponibilidad, nos responderían sin dudarlo alguno de estos cuatro: Whatsapp, Skype, Google Hangouts o Facetime para IOS. Es cierto que son los que dominan el mercado, contando con Zoom, en estos momentos. Pero tienen características diferentes. Algunos son mejores para entornos laborales. Otros son de uso simple y convenientes ahora para que puedan usarlos nuestros mayores de manera fácil.

Vamos a hacer un pequeño repaso por las características principales de los más importantes, y propondré algunos un poco más desconocidos:

  • Whatsapp. Uno de los más extendidos. Disponible en teléfonos Android y Apple. No permite hacer videollamadas con la versión web. Admite un máximo de cuatro participantes. Datos cifrados de extremo a extremo.
  • Skype. Dispone de versiones para Android y Apple. También para PC y Mac. Hasta 50 personas en la versión gratuita. Datos cifrados de extremo a extremo. Permite compartir pantalla.
  • Google Hangouts. Permite, con una cuenta de Gmail, mantener videoconferencias de hasta 15 personas en versión web y 10 en versión móvil. Muy utilizado en empresas por sus características para mejorar el trabajo en grupo, edición de documentos y planificación de agenda integrada en Google Calendar. Google también ofrece Google Duo, de uso más personal, con hasta 8 usuarios a la vez. Ambas tienen versión web y móvil.
  • Facetime. Disponible sólo para usuarios de IOS. Es una aplicación punto a punto muy sencilla de utilizar, y con uno de los consumos de datos más bajos del mercado, debido a la compresión de video que realiza.
  • Zoom. La aplicación de moda en estas fechas. Admite hasta 100 usuarios simultáneos en su versión gratuita. Tiene versiones para todas las plataformas. Lamentablemente, no puedo recomendar su uso. Varias vulnerabilidades de seguridad reportadas en las últimas fechas lo desaconsejan. Empezando por el cifrado, que no es de extremo a extremo. Continuando con la filtración de datos de dispositivos de usuarios a Facebook, aunque parece que está en vías de solución. Finalizando por sus opacas políticas de privacidad y términos de uso. Si valoras tus datos, valora usar otra opción.

Éstas son las aplicaciones más utilizadas para realizar videoconferencias en este momento. Por sencillez de uso, la ganadora es Whatsapp. Suele estar instalada en todos los teléfonos móviles y es muy intuitiva para las personas mayores. Para un uso profesional, me quedaría con Hangouts, una herramienta potente que dispone de múltiples comodidades para el uso empresarial. Pero aunque sean las más utilizadas, no son las únicas.

Existen herramientas de código abierto, con licencia GNU, como Jami o Riot. Quizá no sean aptas para todos los públicos, pero hay que tenerlas en cuenta.

Voy a hacer mención especial a Signal. Utiliza un cifrado que han adoptado otras plataformas como Skype o Whatsapp. Es considerada la más segura del mercado. Permite la configuración de mensajes que se autodestruyen, y control de acceso a la aplicación. Ambas características compartidas con Telegram. Si lo tuyo es la seguridad de tus datos, éstas son las mejores opciones.

No obstante, el descubrimiento de esta cuarentena ha sido Jitsi (gracias a Vicente y Mar). Es una aplicación muy sencilla de usar, para videollamadas de grupo sin límite aparente de usuarios. Dispone de aplicación para Android e IOS, así como cliente web. La mecánica es sencilla, sin necesidad de registrarse. Asignamos un nombre a nuestro chat y lo compartimos con los invitados. El resto sólo tiene que descargarse la aplicación o entrar en la página web y unirse. Tenemos la opción de proteger la sesión con una contraseña, que lógicamente, también debemos compartir con el grupo. Tiene opción de levantar la mano, como Zoom, para evitar que nuestra agradable charla se convierta en un gallinero en el momento más insospechado.

No me quiero olvidar de recordar las normas de etiqueta. Nuestra madre se puede preocupar viendo nuestra deriva de hijo modelo a ermitaño de higiene relajada. Vestirse por completo, no solo de cintura para arriba, nunca está de más, por si nos tenemos que levantar de urgencia. Controlar apariciones de espontáneos buscando su minuto de gloria ante las cámaras debe ser obligado. Y, a falta de peluqueros, cepillo o gomina moco de gorila. Mano de santo.

Quiero terminar el artículo dando las gracias a cuatro personas que me están dando la vida en esta cuarentena: Juan Gómez-Jurado, Arturo González Campos, Rodrigo Cortés y Javier Cansado. Sus podcast Todopoderosos y Aquí hay dragones me ocupan las horas y la mente. Sois geniales. Gracias y mucho ánimo. Sé que con la situación en Madrid seguir dedicando horas a la cultura y al humor es muy difícil.

Suena de fondo Peces de ciudad. Puñetero virus, te lo advierto, deja en paz a Sabina.



Música del post:







  
Publicado en el Dominical de El Correo Gallego
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