200 portatiles para confesarse

Esperemos que sea más sencillo

Algo extraño sucede cuando haciendo una búsqueda por portatiles uno se encuentra no con la nueva presentación de Dell o de Toshiba, sino con la noticia de los 200 confesionarios portátiles que se instalarán en el Retiro los próximos días. Portatiles pero de madera, que aún hay un nivel y no nos rebajamos al plástico o al porexpán. Los pecados entre tablas parecen menos pecaminosos.


El motivo de tanto confesionario no es que en Madrid haya más pecadores de los acostumbrados sino la presencia del Papa Benedicto XVI con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud a mediados de este mes. Una vez repuesto de la sorpresa inicial que San Google me acaba de dar, espero que lo canonicen pronto porque milagrosamente casi siempre me da la respuesta correcta, leo que el ebanista y carpintero abulense cuyo presupuesto ha sido aceptado se muestra encantado de tener un pedido así en tiempo de crisis y agradece la mediación de Juan Pablo II. ¿Otro milagro del exPapa camino de la canonización? ¿confusion entre el papa existente y el anterior? ¿Noticia incompleta por parte de la Vanguardia? Todo puede ser posible, ahondaría más pero otra cuestión me preocupa y aturde al tiempo.

Si se espera la visita de más de un millón de jóvenes, de jóvenes pecaminosos a muy pecaminosos, creyentes para más señas y suponiendo que todos hicieran uso del sacramento de la confesión, vienen saliendo a unos 5.000 pecadores por confesionario. En el lapso de 5 dias que dura el evento el tiempo por confesión dedicándole las 24 horas del día sería de un poco menos de un minuto y medio. Eso no es lo que yo llamaría una atención personalizada y estoy por apostar que algún que otro pecado o pecadillo quedará en el tintero. Ya puestos ¿Tanto les costaba encargarle al afortunado ebanista abulense otros 200 confesionarios más? Que ya en 3 minutos uno se siente más reconfortado y perdonado, sin lugar a dudas.

El Papa-móvil.

Por si no hay tiempo de encargar más o no hay dinero, que en tiempos de crisis todos tenemos que apretarnos el cinturón o el cíngulo en el caso sacerdotal, queremos recomendar la confesión por iphone que hace poco aprobó el mismisimo Benedicto. Sólo esperamos que hayan preparado una aplicación para Android y otras plataformas para que nadie se queda inconfeso.

Escrito por J. Trallero