Sí, lo sé. Son odiosas. Si alguien pensaba que las intros con musiquita tan de moda en el final de los noventa y principios del nuevo milenio se habían terminado, estaba equivocado.
Ahora es peor. De aquella eran webs personales que ponían música de fondo por un mal entendido sentido de la modernidad. No porque puedas ponerlo tienes que hacerlo. Actualmente son empresas y medios las que recurren al vídeo que autoarranca insertado en un rincón de la página a volumen brutal. Estás navegando tan tranquilo y la música de un anuncio te ataca desde los altavoces. Dos opciones: localizar el video y pararlo, o si tienes abiertas varias páginas, cerrar la pestaña directamente.
Esto es lo que hice el otro día cuando la página web de un periódico me atronó con un anuncio de coches que no conseguía localizar. Cerrar la ventana. Poner publicidad da beneficios, pero si es así de molesta lo que se consigue es hacer huir al visitante.
No es buena idea. Ni lo del vídeo que arranca sólo ni lo de poner música "ambiente" en tu página web -aunque cada vez menos, sigue habiendo casos-. Es la manera más rápida de perder visitantes, y posiblemente de conseguir que no vuelvan nunca.
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