Una lástima que mi abuelo no haya llegado a ver este "aparatito" que le hubiera permitido llevar unos cientos de novelas del oeste -de Marcial Lafuente Estefanía por supuesto- en el bolsillo de la chaqueta cuando se iba a dar una vuelta con la boina calada a un parque cercano. Escrito por
0 comentarios:
Publicar un comentario