Cuando se anunció la salida de Kinect Star Wars nos pareció fantástico, un juego de acción y lucha que manejabas con tu cuerpo. Cansado, pero fantástico.
Y no veas que cara se me quedó cuando vi lo que la tecnología hizo con Han Solo. De contrabandista y héroe rebelde a bailarín de discoteca. Solo se desmelena y después de verlo así, un mito cae para mi.
Esperemos que el resto del juego sea fantástico para hacerme olvidar este mal trago.
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