El cierre de Megaupload por parte del FBI, visto con la
perspectiva de los días, ha dejado claras dos cosas: No hay que inventarse
nuevas leyes (SINDE-WERT o SOPA) que vulneran derechos fundamentales para poder
tomar acciones legales contra páginas de cuestionable legalidad, y por otro
lado que cierres las páginas que cierres no se pueden poner puertas al campo.
![]() |
Kim "DotCom" propietario de Megaupload. |
El cierre de Megaupload ha llevado a otras páginas que se
dedican a lo mismo (fileserve, rapidshare, hotfile...) a tomar medidas de lo
más variada. O cerrar la opción de compartir, o cerrar directamente, o eliminar
contenidos publicados sin permiso del propietario de los derechos, o publicar “comunicados
de la empresa “ para dar explicaciones. Sin embargo ni esto ha llenado los
cines, ni se ha hecho más caja en la sección de videos de las grandes
superficies.
Cierran una página y otras dos se abren, o la gente migra/vuelve
al P2P u otros métodos de compartición. No
es que la gente tenga ganas o saque algún beneficio de “piratear”. Pero mientras
no haya una oferta de acceso a contenidos sencilla y no muy cara, por parte de
la industria o con el visto bueno de esta, de algún lado tendré que sacar mi
película o serie favorita si me apetece verla del modo que yo quiera. Por
ejemplo: en casa con unos amigos sin esperar los 8 o 9 meses a su salida en DVD
o BluRay.
Si algo tendría que haber aprendido la industria hace 12
años con el cierre de Napster es que no valió de nada. Lo peor de todo es que
pasados estos doce años y a pesar de que Itunes demostró que se puede vender
música legalmente a través de internet y obtener beneficios, no ha surgido casi
ninguna otra alternativa en lo audiovisual. Y las que han surgido han sido
ahogadas por derechos de autor y acuerdos leoninos con las productoras ¿Y la
culpa la tienen los usuarios?
Depende a quien le preguntes. Algunos escritores y cantantes
es lo que defienden: que todos somos unos deleznables piratas. Sin embargo
otros escritores y artistas no están de acuerdo en absoluto y defienden un cambio de negocio; y aprovechan la potente herramienta que es la red para un
acercamiento entre ellos y sus seguidores. Algunos prohombres de la industria dicen que
tenemos que seguir yendo al cine a pesar de tener una televisión de 40” en casa
con sonido 7.1 –conozco cines peor equipados- y pagar una cantidad elevada por
la entrada para apoyar al cine patrio que vive de las subvenciones a granel.
No importa las veces que se repita ni quien lo haga. Esas no son las maneras. Las páginas ilegales
y las mafias que ganan dinero con el trabajo ajeno deben ser perseguidas con
todas las herramientas legales al alcance de las fuerzas de seguridad. Porque es
trabajo de los jueces y las fuerzas de seguridad, no de las sociedades gerentes
de los derechos de autor ni de los artistas, perseguir y juzgar los delitos con
todas las garantías legales que sean oportunas.
Pero de poco valdrá esta persecución sino se cambia el
modelo de negocio, y cuanto antes. Hay ejemplos sobrados de que los libros en formato electrónico a un precio ajustado se venden, y mucho. O escritores que
empezaron escribiendo en un blog y llegaron a publicar no uno, sino tres libros, e incluso hay rumores de una película, ¿o trilogía?. O cantantes que regalan su disco porque saben que la gente irá a sus conciertos. Podría pasarme la mañana
entera poniendo ejemplos similares a estos, pero hasta que no calen en la
industria y dejen de pensar que una descarga es una venta perdida o que bajar
los precios es perder dinero o que internet es un medio de piratas y corsarios,
todo seguirá igual. Quizá deberían empezar a ver la red como una magnífica
herramienta de comunicación, de promoción y de venta de sus productos con unas
simples premisas:
Hazlo fácil, rápido y barato.
Escrito por
0 comentarios:
Publicar un comentario