De dimisión ni hablamos

Acaba de terminar la comparecencia en el congreso de Angeles Gonzalez-Sinde. Ante todo aclarar que si, que a mi también me choca que siendo Ministra de Cultura nos quiera tomar a todos por tontos. La verdad es que no entiendo para que solicitó comparecer en el Congreso. Para lo que ha dicho, podría valer una cutre-rueda de prensa como la de la SGAE la semana anterior, o incluso mejor y mas barato en tiempos de crisis, haberse unido a ellos. Las conclusiones que podemos sacar son similares a las del post anterior. Ella no tiene culpa de nada. Fue el PP, en la última legislatura el que propició la “laguna legal” que impide ahora el control de las sociedades de gestión por parte del gobierno. Nada nuevo bajo el sol.

La Ministra, en un alarde de resolutividad, ha anunciado una batería de 4 medidas, que resumiendo, incluyen un mayor control de las sociedades de gestión  y sus empresas “satélites”, un régimen sancionador para las que se desvíen del comportamiento autorizado, una auditoría pública de funcionamiento obligatoria y una revisión de las competencias territoriales en el control de las sociedades gestionadoras.


Estas cuatro medidas, a mi humilde entender, hacen evidente que una Ley polémica y mal elaborada desde su nacimiento, la LPI de 2007, ha quedado obsoleta en otros tantos años. ¿Cómo puede decir la Ministra que el ministerio no tiene competencias en el control de la SGAE? Desde luego sí que ha tenido competencia para, mediante la susodicha Ley, proveer a la SGAE de un flujo de dinero que ha derivado en la situación que tenemos ahora. Porque hay que presuponer la honradez de los políticos con la gestión del dinero público, pero concedérselo por Ley a una empresa a la que el Gobierno no puede ni controlar….es como mínimo de una ingenuidad pasmosa. Pongase usted en el lugar de Teddy Bautista y digame con seriedad que no se llevaría un par de espuertas (de billetes, claro, no de canciones).

El tirón de orejas a la Ministra (a ver si se las arreglo), lo hago extensible a todos los partidos, que hoy estuvieron dando caña a Sinde cuando en 2007 votaron en conciencia  la LPI sin detectar en ella ninguno de los fallos que hoy le achacan. A la frase de esta tarde del Sr.Lassalle (PP) :”Todos los grupos parlamentarios en esta Cámara nos hemos puesto de acuerdo en que el Ministerio de Cultura es responsable” yo le daría una vuelta más : El Ministerio de cultura (y todos los ciudadanos) hemos decidido que todos los grupos parlamentarios son responsables.

Una curiosidad, el día que se aprobó la LPI, López Garrido(PSOE),se mostró partidario de exigir "mayor control" de las sociedades de gestión, una tarea que -dijo- le corresponde al Gobierno. Que cada uno haga su reflexión. Eso si, Sr Garrido, si lo sabia o lo sospechaba, ¿por qué no avisa?

Visto lo visto, he tomado la determinación de presentarme a las próximas elecciones generales, sean cuando sean.
¿El slogan? Lo tengo claro y mis asesores también:

VOTA POR VITO